Oraciones de Santa Brígida durante 12 años
Estas oraciones, como le han sido dadas por el Señor a Santa
Brígida de Suecia, deben rezarse durante 12 años. Él le prometió a todo el que
las rezara las cinco gracias mencionadas más abajo. En caso de que la persona
que las rece muera antes de que pasen los doce años, el Señor aceptará estas
oraciones como si se hubieran rezado en su totalidad. Si se salteara un día o
un par de días con justa causa, podrán ser compensados luego.
Esta devoción ha sido declarada buena y recomendada tanto
por el Sacro Collegio de Propaganda Fidei, como por el Papa Clemente XII. Y el
Papa Inocencio X confirmó esta revelación como venida del Señor.
PROMESAS:
1) El alma que las reza no sufrirá ningún Purgatorio.
2) El alma que las reza será aceptada entre los mártires
como si hubiera derramado su propia sangre por la fe.
3) El alma que las reza puede elegir a otros tres a quienes
Jesús mantendrá luego en un estado de gracia suficiente para que se
santifiquen.
4) Ninguno de las cuatro generaciones siguientes al alma que
las reza se perderá.
5) El alma que las reza será consciente de su muerte un mes
antes de que ocurra.
Oración Inicial
Oh Jesús, ahora deseo rezar la oración del Señor siete veces
junto con el amor con que Tú santificaste esta oración en Tu corazón. Tómala de
mis labios hasta Tu Sagrado Corazón. Mejórala y complétala para que le brinde
tanto honor y felicidad a la Trinidad en la tierra como Tú lo garantizaste con
esta oración. Que ésta se derrame sobre Tu santa humanidad para la
glorificación de Tus dolorosas heridas y la preciosísima Sangre que Tú
derramaste de ellas.
1) LA CIRCUNCISIÓN
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y
el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las primeras heridas, los primeros
dolores y el primer derrame de sangre como expiación de los pecados de mi
infancia y de toda la humanidad, como protección contra el primer pecado
mortal, especialmente entre mis parientes.
2) LA AGONÍA DE JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y
el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco el intenso sufrimiento del Corazón de
Jesús en el Huerto de los Olivos y cada gota de su sudor de sangre como
expiación de mis pecados del corazón y los de toda la humanidad, como
protección contra tales pecados y para que se extienda el amor divino y
fraterno.
3) LA FLAGELACIÓN
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y
el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las muchas miles de heridas, los
terribles dolores y la preciosísima sangre de la flagelación como expiación de
mis pecados de la carne y los de toda la humanidad, como protección contra
tales pecados y la preservación de la inocencia, especialmente entre mis
parientes.
4) LA CORONACIÓN DE ESPINAS
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y
el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las heridas, los dolores y la
preciosísima sangre de la sagrada cabeza de Jesús luego de la coronación de
espinas, como expiación de mis pecados del espíritu y los de toda la humanidad,
como protección contra tales pecados y para que se extienda el reino de Cristo
aquí en la tierra.
5) CARGANDO LA CRUZ
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y
el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco los sufrimientos en el camino a la
cruz, especialmente la santa herida en su hombro y su preciosísima sangre como
expiación de mi negación de la cruz y la de toda la humanidad, todas mis
protestas contra tus planes divinos y todos los demás pecados de palabra, como
protección contra tales pecados y para un verdadero amor a la cruz.
6) LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y
el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco a tu Hijo en la cruz, cuando lo
clavaron y lo levantaron, las heridas en sus manos y pies y los tres hilos de
la preciosísima sangre que derramó allí por nosotros, las extremas torturas
del cuerpo y del alma, su muerte preciosa y su renovación no sangrienta en
todas las Santas Misas de la Tierra, como expiación de todas las heridas contra
los votos y normas dentro de las órdenes, como reparación de mis pecados y los de
todo el mundo, por los enfermos y moribundos, por todos los santos Sacerdotes y Laicos, por las intenciones del Santo Padre, por la restauración de las
familias cristianas, para el fortalecimiento de la Fe, por nuestro país y por
la unión de todas las naciones en Cristo y su Iglesia, así como también por la
diáspora.
7) LA LLAGA DEL COSTADO DE JESÚS
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, acepta como dignas, por las necesidades de la Iglesia
y como expiación de los pecados de toda la humanidad, la preciosísima sangre y
el agua que manó de la herida del Sagrado Corazón de Jesús. Sé misericordioso
para con nosotros.
¡Sangre de Cristo, el último contenido precioso de su
Sagrado Corazón, lávame de todas mis culpas de pecado y las de los demás! ¡Agua
del costado de Cristo; lávame totalmente de las penitencias del pecado y
extingue las llamas del Purgatorio para mí y para todas las Almas del
Purgatorio! Amén.
(Nota 1: Puedes descargar estas oraciones listas para imprimir o para leerlas en pantalla en la siguiente página: Libros para Santificarte)
(Nota 2: Se les ruega no modificar estas oraciones que fueron dictadas por el mismo Señor Jesucristo. En algunas páginas web y en algunos folletos les han agregado oraciones extras que las alargan innecesariamente pero si se van a hacer durante doce años seguidos no es conveniente añadir una carga pesada que las haga tediosas y desmotive a quienes deseen hacer estas oraciones, aparte de que es una falta de humildad creerse que se puede mejorar una oración creada por el Corazón Sagrado de Nuestro Señor Jesucristo)
(Nota 1: Puedes descargar estas oraciones listas para imprimir o para leerlas en pantalla en la siguiente página: Libros para Santificarte)
(Nota 2: Se les ruega no modificar estas oraciones que fueron dictadas por el mismo Señor Jesucristo. En algunas páginas web y en algunos folletos les han agregado oraciones extras que las alargan innecesariamente pero si se van a hacer durante doce años seguidos no es conveniente añadir una carga pesada que las haga tediosas y desmotive a quienes deseen hacer estas oraciones, aparte de que es una falta de humildad creerse que se puede mejorar una oración creada por el Corazón Sagrado de Nuestro Señor Jesucristo)
¿POR QUÉ LAS ORACIONES QUE SON ENVIADAS DEL CIELO LAS CAMBIAN LOS HOMBRES?
ResponderBorrar…“Pero él respondió: "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". (San Mateo 4 4)
Todos tenemos distintos modos de rezar a Nuestro Creador; a solas o en compañía sea en la iglesia o en un grupo de Oración, de pie, arrodillados etc.
Unos lo hacen tan rápido (sean laicos o sacerdotes) que esas plegarias no son agradables a Dios, ni a la Santa Virgen, o Santos etc.
Respecto a esto último, la Santísima Virgen ha enseñado a rezar a varios videntes, y santos, de esta manera: siempre despacio, solemne, devota y consciente de lo que se está rezando, es decir, pensando y creyendo en lo que se reza. Así debemos hacerlo también nosotros y no hablar como loros y apresuradamente sin ningún sentimiento. Imaginemos a Nuestro Señor Jesucristo, diciendo el “Padre Nuestro” a toda prisa y pensando en qué iba a cenar ese día.
“Al rezar, no os convirtáis en charlatanes como los paganos, que se imaginan que serán escuchados por su mucha palabrería. No hagáis como ellos, porque vuestro Padre conoce las necesidades que tenéis antes de que vosotros le pidáis". (San Mateo 6 7-8)
Pero si Nuestro Señor nos da una oración por si mismo, o a través de sus santos, o la Santísima Virgen. ¿Quiénes somos nosotros para cambiar dichas oraciones? o ¿acaso sabemos más que el Él como debemos rezarle?
Dios ama la obediencia, por ejemplo San Juan Bosco cuando visitó el infierno junto a su Ángel , este le dijo que el pecado de la desobediencia es el que más almas condena a ese terrible lugar, incluso más que el orgullo.
Las oraciones que Dios enseña directamente no deben ser modificadas por nadie esto sería como modificar la Biblia, pues son palabras de vida. Claro que al ritmo de vida que vamos ya hasta Las Santas Escrituras las han modificado (y no estoy hablando de Martin Lutero).
“Y si alguno quita algo de las palabras de este libro profético, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritas en este libro”. (Apocalipsis 22, 19)
“Porque os aseguro que, mientras no pasen el cielo y la tierra, ni un punto ni una coma desaparecerán de la ley hasta que todo se cumpla”.(San Mateo 5 18).
Gracias Juan Arcángel, Dios te Bendiga. Saludos.
BorrarGracias a ti por publicar mi comentario; y esto es solo un ejemplo de como atrevidamente cambien las palabras de Dios, por ejemplo La Coronilla a la Divina Misericordia. la Oración de Santa Gertrudis para liberar 1.000 almas del Purgatorio, la oración de Fátima etc.
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